Colombian woman smiles at the camera

Historia del conflicto en Colombia

Desde 1965, el Gobierno colombiano se ha visto involucrado en luchas armadas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). También integran la red de grupos armados al margen de la ley los paramilitares de derecha y varias bandas criminales extremadamente violentas. Además, el narcotráfico se ha convertido en una fuente importante de financiamiento de la violencia.   

A lo largo de las últimas décadas, la política del Gobierno respecto de las guerrillas de izquierda ha oscilado entre las negociaciones y la línea dura. Tras ocho años de guerra sin cuartel bajo el presidente Uribe, el presidente Santos le apostó a la negociación de un acuerdo de paz con las FARC. 

Las negociaciones 

Las negociaciones formales de paz se iniciaron en La Habana en 2012. En ese mismo año Conciliation Resources comenzó a apoyar el proceso de paz en Colombia. Habiendo aprendido de rondas previas de conversaciones y de procesos de paz en otras partes del mundo, las partes introdujeron una serie de innovaciones, entre ellas, abordar asuntos cruciales como la reforma agraria y el narcotráfico; situar a las víctimas en el centro de las conversaciones, y prepararse para la fase post-acuerdo mucho antes de la firma final.  El acuerdo definitivo se firmó en 2106 y para mediados de 2017 las FARC habían entregado sus armas. En septiembre de ese año, las FARC se convirtieron en partido político. 

Las conversaciones formales con el ELN comenzaron en 2017 y, con ello, surgió la esperanza de un nuevo acuerdo de paz. No obstante, los diálogos se suspendieron a comienzos de 2018.

Nuestra labor en Colombia

Desde 2012 hemos venido apoyando el proceso de paz en Colombia y compartiendo con el gobierno, las insurgencias y la sociedad civil las lecciones aprendidas de otras negociaciones. También documentamos y compartimos las innovaciones del proceso de paz colombiano para contribuir a informar procesos actuales y futuros alrededor del mundo. 

Tanto el Gobierno como las FARC saben que las negociaciones son apenas el primer paso del proceso y que, para transformar la sociedad, se requiere una participación continuada de todos los colombianos. 

Nuestro trabajo constituye un desafío para los convencionalismos porque hace posible la participación de quienes a menudo son excluidos de los procesos oficiales de paz en la transición del país hacia la paz. Actualmente, estamos capacitando a una red de mujeres de diez comunidades indígenas diferentes para que desempeñen un papel activo en el proceso de paz, y estamos apoyando a más de 400 colombianas residentes en el exterior para que compartan sus historias y testimonios con la Comisión de la Verdad establecida oficialmente en Colombia. 
 

Colombian indigenous women 2018

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